Like a bird

Quería volar. Aleteé todo el día para alejarme un poco del tumulto del aula, de las voces de los cerebros de agua, de lo denso de quedarse hasta las 15.30 de la tarde, de la molestia del aburrimiento y de los molestos porque están aburridos...

Aleteé y casi logro despegar, desplegar mis alas...cuando la puerta del aula exhaló el viento que voló mi pelo y me hizo reaccionar. Tenía que entrar  y dejar de mirar un punto vacío en el fondo del patio, un punto en la nada. En realidad no miraba nada porque el frío no se ve pero lo sentía traspasar mi campera y aunque suene masoquista me relajaba, me invitaba al silencio, me invitaba a continuar sentada sola en el banco mientras todo alrededor chillaba.

Extrañaba dibujar con la total satisfacción de que nada importa y estoy en mi mundo. Porque el dibujo es mi desahogo de la bronca, del enojo, del llanto, de la histeria, del mal humor, de lo que fuese y hacía mucho que ni siquiera intentaba pero hoy nuevamente dejé perdido entre las hojas de un cuaderno, el cuaderno de física un dibujito más.

A su vez no puedo dejar de pensar en todo lo que se pasa rápido y en lo poco que queda de este último año. Esquivo el pensamiento hasta que alguien me explota la burbuja y me lo recuerda para melancolizarme una vez más. 


Necesito urgente el refugio de tus brazos, menos mal que ya es jueves por lo tanto mañana es viernes (muy filosófico lo mio eh) y te veo.

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