Se busca. Hay recompensa.

Otra mano para agarrar.
Otra cintura para abrazar.
Otra boca para besar.
Otros ojos para mirar.
Otro hombro para recostarme.
Otra sonrisa para anonadarme.
Una buena razón para llorar.
Algo mejor en qué pensar.


Se me olvidó otra vez que solo yo te quise.

Comentarios

Entradas populares de este blog

TERRAZA EN CUARETERNA

Crudo síntoma paradigmático