T engo el presentimiento que va mermando el año y a medida que esto pasa, mientras yo estoy participando de la escena, no termino de caer en la cuenta que desde ahora estoy extrañando lo que voy a extrañar a partir del 30 de noviembre. Sin querer me enredo entre los nudos de mis palabras, los recuerdos agolpados de una memoria recargada, en el frío de este día que huele a temporal climático. El mismo que siento en la panza en este momento cuando se choca todo lo que no puede dejar de ser perfecto con el ardor de que estoy felíz y no dejaría de estarlo. Vendería mil sonrisas al precio de una. Y aunque fuera con una botella de agua brindaría por los 28 con los que transcurro todas las mañanas de todos los días de la semana y que fue y es así en estos 5 años, y aunque fuera pedorro diría que les agradezco por quedar impregnados en la cabeza con cada uno de esos recuerdos que recrea mi mente. También brindaría, aunque fuera de nuevo con una botella de agua miserable, por todo lo que esto q...